Eficacia, eficiencia y efectividad son ‘las tres E de las empresas‘. Eficacia significa conseguir las metas establecidas, qué se hace; eficiencia es la capacidad de conseguirlas de la mejor manera posible, cómo se hace; y la efectividad está relacionada con la calidad del resultado final, es decir, con cómo conseguir los objetivos marcados (eficacia) de la mejor manera posible (eficiencia).
Consejos para la eficiencia empresarial
Definir una estrategia
Para que se puedan cumplir objetivos, primero hay que establecerlos y crear un plan. Todo comienza aquí, no puedes vender un producto sin saber cuál es la necesidad que va a cubrir ni dónde lo vas a vender. Además, es importante analizar la competencia para saber cómo destacar sobre ella.
Una vez se ha investigado y analizado el mercado y hemos establecido todo sobre la estrategia, es hora de ponerla en práctica. Para esto debes establecer también los métodos a utilizar, los planes de contingencia, las alternativas en caso de que el primer método no funcione. En últimas, es cuestión de teoría y práctica, de analizar y actuar, de buscar un objetivo y volcarse a él para alcanzarlo.
Asignando roles y tareas
Muchos directores de empresas piensan que, al implementar una estrategia, nadie más lo puede seguir. En este segundo punto tenemos que realmente escoger líderes de proyectos y tareas específicas. Esto hará que sea mucho más sencillo el delegar cada sección y que cada quien también trabaje según un objetivo. Por esto es clave tener un equipo de trabajo bien formado y cualificado.
De esta manera, estableces quiénes harán cada cosa y podrá ser más sencillo analizar ciertas áreas y delegar más tareas sin preocupar a otras áreas. También se debe tener en cuenta las metas a corto, mediano y largo plazo, es importante establecer todo esto.
Gestionar las comunicaciones
Para lograr un funcionamiento eficiente de la empresa es clave tener un sistema de comunicación interna de calidad. Pero no solo interno, ya que la comunicación externa es primordial para ofrecer una buena experiencia de cliente.
Gestionar un sistema de comunicación tanto interno como externo puede resultar complejo y caótico. Hoy en día existen múltiples canales de comunicación y para mostrar una buena imagen las empresas deben ofrecer los máximos posibles. Por tanto hablamos de un sistema de comunicaciones con múltiples canales tanto internos como externos.
Gracias a las tecnologías se han desarrollado herramientas que facilitan la gestión de los mismos, como por ejemplo la centralitas virtuales, que unifican las comunicaciones internas y externas a través de todos los canales existentes en una única plataforma. Además al ser virtuales quiere decir que se encuentran en la nube y por tanto tenemos acceso a ellos desde cualquier parte del mundo con tan solo tener un dispositivo con conexión a internet. Tener tus comunicaciones unificadas te permitirá un control mucho más productivo que ayuda a alcanzar la máxima eficiencia en tu empresa.
Llevar a cabo reuniones diarias de 10 minutos
Este punto está muy unido al anterior, ya que, mediante una reunión diaria entre los directores de departamento se puede tener una visión más global de lo que sucede en la empresa y dejar claro los objetivos diarios.
Automatizar procesos
En relación a los avances tecnológicos que acabamos de mencionar, existen herramientas que permiten automatizar tareas y procesos para permitir a los empleados centrarse en las que sean más relevantes o en las que requieran mayor atención. Así lograrás una mayor productividad que se traducirá en una mayor eficiencia.
Impulsa la innovación
Invertir en nuevas ideas que sirvan para modernizar los procesos productivos aprovechando las herramientas digitales (redes sociales, big data, realidad virtual y aumentada, etc.) te ayudará a conseguir una mayor eficiencia, que se traducirá en mejores resultados. Las tecnologías siguen avanzando y están modificando el entorno laboral para mejorarlo. Es por ello que las empresas deben adaptarse a estos cambios para ser competitivas en el mercado y destacar sobre las demás.
Crear incentivos
Una de las maneras más efectivas para que los trabajadores contribuyan a mejorar la eficiencia de la empresa es a través de incentivos. Está demostrado que los trabajadores que se sienten valorados, rinden mejor. Por ello, premiarles por hacer un buen trabajo se ha convertido en una forma de motivación. Cuanto más personalizado sea el incentivo, ¡mejor! También funcionan de maravilla los incentivos por equipo para fomentar el trabajo en equipo.
Ahora que ya conoces estas 7 claves para hacer que tu empresa sea eficiente, ¡es el momento de ponerlas en práctica y comprobar cómo mejoran el rendimiento de tu negocio!
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