La aparición de unicornios y empresas gacela en el tejido empresarial español está impulsando la transformación tecnológica de ciertos sectores con una madurez digital en crecimiento. En este artículo presentamos las cifras y conclusiones clave del último informe sobre Economía Digital en España.
Impacto de la economía digital
La revolución tecnológica en curso y sus innovaciones disruptivas no solo están impactando las formas de producción, distribución y consumo. También están reconfigurando los parámetros de valoración de bienes y servicios, los procesos de generación de valor, la fijación de precios y, de manera más significativa, la categorización y el papel de los actores en el juego económico.
En este contexto, la multinacional Boston Consulting Group y la asociación Adigital analizaron el impacto de la economía digital en España durante el periodo 2020-2022.
Los resultados, recogidos en la tercera edición del informe Economía Digital en España, fueron presentados en marzo en un acto en el que participó la Secretaria de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial, Carmen Artigas.
En términos generales, el informe revela una tendencia continuista de crecimiento respecto a 2019-2020, caracterizada principalmente por el uso de canales digitales como medio preferente para establecer la relación con los clientes y el incremento de la adopción digital por parte de los usuarios. Los principales datos que respaldan estas conclusiones son los siguientes:
- La economía digital representa cerca del 23% del PIB nacional.
- En 2022, el impacto directo de la economía digital en el PIB fue del 11,2%, mientras que el impacto indirecto llegó al 10,8%.
- La digitalización de la economía registró un crecimiento acumulado entre 2020 y 2022 del 19,0%, pasando de 117 mil millones de euros en 2020 a 140 mil millones de euros en 2022.
Aunque los datos reflejan un peso cada vez mayor de la economía digital en España, también muestran una ralentización en el ritmo de crecimiento. Según los autores, esta ralentización (aparente y no en términos absolutos) se explica por los impactos de la pandemia de Covid-19, enmarcada precisamente en el periodo analizado.
El informe, además de presentar importantes métricas que permiten entender la evolución de la economía digital, destaca dos aspectos cruciales en el panorama económico español: la digitalización de las pymes y el papel de las scale-ups.
La digitalización de las pymes
En el acto de presentación para medios, Carmen Artigas recordó que «España es un país de pymes y si no somos capaces de digitalizarlas, no seremos capaces de digitalizar la economía española”.
El término pyme incluye tres subcategorías de empresa según su tamaño:
- La microempresa o micropyme (menos de 10 empleados)
- La pequeña empresa (menos de 50 empleados)
- Y la mediana empresa (menos de 250 empleados).
Efectivamente, el tejido empresarial español se caracteriza por estar formado casi en su totalidad por pymes, las cuales representan el 99,8% de las empresas españolas y emplean al 64% de la población activa.
La digitalización es un proceso imprescindible para que las pequeñas y medianas empresas puedan competir en un contexto en el que cada vez es más relevante la eficiencia en los procesos, el análisis de datos, la experiencia de usuario y la innovación en productos y servicios.
En esta línea, el informe de Boston Consulting Group y Adigital identifica tres palancas principales para la digitalización de las pymes:
- Digitalización del go-to-market: La digitalización del go-to-market se traduce en mayor volumen de ventas, menos gasto medio por cliente y mejora en los niveles de fidelización y satisfacción. Se trata, en esencia, del aprovechamiento de las distintas herramientas y metodologías que están transformando la experiencia del cliente; desde el uso de WhatsApp para mejorar la comunicación con clientes y proveedores, hasta la adopción de plataformas e-commerce, la utilización del e-mailing, el posicionamiento en buscadores y, en general, la planificación estratégica del marketing digital.
- Producto digital: El ámbito de los productos digitales es extenso y sigue creciendo a medida que evoluciona la tecnología y las preferencias de los consumidores. Se refiere a los bienes intangibles que se crean, distribuyen y consumen en formato electrónico a través de tecnologías digitales e internet. Al no tener una presencia física, suelen ser fácilmente replicables y escalables, lo que permite llegar a un público amplio con costes de distribución relativamente bajos. Las plataformas e-learning y los contenidos multimedia son ejemplos de productos digitales en crecimiento.
- Digitalización de los procesos internos: La transformación digital interna reduce los costes operativos, lo que se traduce en mayores márgenes y menor gasto en capital (es decir, mayor liquidez). Esta transformación implica la adopción de herramientas para automatizar procesos manuales de poco valor añadido, el uso de la nube para almacenar y transferir datos, la implantación de software específico para supervisar la cadena de suministro u otros procesos operativos como la introducción de formas de cobro digitales.
Scale-ups y unicornios
Generalmente se define como startup a una empresa de nueva creación que tiene grandes posibilidades de crecimiento gracias a su modelo de negocio y al uso de las nuevas tecnologías. Las scale-ups son, específicamente, aquellas startups con un ritmo de crecimiento anual superior al 20% en facturación (o en número de empleados en los tres ejercicios anteriores).
Estas empresas emergentes en expansión, también conocidas como empresas gacela, se clasifican en tres fases:
- Scaler: cuando la facturación es de 1 a 10 millones de euros.
- Fase Growth: cuando se factura de 10 a 50 millones de euros.
- Fase Rocket: cuando los números superan los 50 millones de euros.
A menudo, estas compañías inician con un flujo de caja negativo, pero resultan sumamente atractivas para los inversores, ya que se suelen centrar en grandes nichos de negocio aún sin explotar o con poca competencia. De este modo, gracias a su modelo de negocio e interacción con los stakeholders, logran crecer a un ritmo mucho mayor que el de la media de empresas de su misma antigüedad o sector.
En España, de hecho, fueron las scale-ups las compañías que más crecieron en 2021, con un aumento de su facturación del 96% sobre el año anterior, frente al 17,9% de incremento de media del conjunto de empresas españolas.
En cuanto al término “unicornio”, este fue acuñado en 2013 por la fundadora de Cowboy Ventures (Aileen Lee) cuando quiso referirse a las scale-ups que habían conseguido aumentar su valor hasta los 1.000 millones de dólares en poco tiempo. Entonces solo había 39 compañías de este tipo, todas ellas tecnológicas y con sede en Estados Unidos.
España hasta el momento ha tenido 15 empresas que han sido alguna vez unicornios, y actualmente ocupa el quinto lugar en Europa por número de empresas que en años venideros podrían alcanzar la fabulosa valoración de 1.000 millones de dólares.
Entre las 450 scale-ups españolas actuales, algunos de estos potenciales unicornios son: Capchase, Civitatis, Clikalia, Cobee, Holaluz, Lingokids, Paack, Seedtag, Typeform, Tradeinn y Userzoom.
¿Qué tienen en común las scale-ups?
El informe destaca estos 5 aspectos clave:
- Reciente creación: Se trata de empresas jóvenes y emergentes que explotan nichos poco explotados, con equipos de edad media entre 30 y 40 años.
- Innovación como motor: Para estas empresas, las nuevas tecnologías son vitales en todos sus procesos de negocio, tanto en la parte más operativa como en la comunicación. Las redes sociales se posicionan como los canales por excelencia para aumentar su notoriedad.Innovación como motor: Para estas empresas, las nuevas tecnologías son vitales en todos sus procesos de negocio, tanto en la parte más operativa como en la comunicación. Las redes sociales se posicionan como los canales por excelencia para aumentar su notoriedad.
- Enfoque en el cliente: Los planes estratégicos de estas organizaciones están orientados al consumidor final, con modelos B2C disruptivos y experiencias de compra satisfactorias.
- Escalabilidad: Poseen la capacidad de aumentar su volumen de oferta, con el consiguiente aumento de tamaño y beneficios, sin comprometer la calidad ni incrementar los gastos proporcionalmente. De esta manera, aprovechan la economía de escala y tienen más recursos para invertir en innovación y digitalización.
- Financiación privada: Tienen una gran capacidad de atraer inversores, logrando que el capital sea completamente privado, por lo que no necesitan cotizar en bolsa para su rápido crecimiento.
En conclusión, el tercer informe de Economía Digital en España ofrece una valiosa panorámica del impacto que está ejerciendo la actual transformación tecnológica. Esta visión de conjunto revela a las pymes como piedras angulares y a las scale-ups como tractores en el nuevo tablero económico. Para seguir avanzando en esta dirección, será crucial que las empresas continuemos invirtiendo en innovación y digitalización, adaptándonos a los cambios y desafíos que plantea la economía digital.
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